A 34 años de la muerte de Arturo Illia

Durante su Presidencia, en apenas 1000 días de gestión, aquél gobierno tildado de lento, irresoluto y burocrático, logró la sanción de importantes leyes sociales, como las del Salario Mínimo Vital y Móvil y la de medicamentos, que regulaba su costo y producción, a pesar de la fuerte oposición de los laboratorios extranjeros. En ese período, se redujo el desempleo y la deuda externa, se achicó el gasto público a pesar de haberse aumentando los presupuestos educativos a porcentajes nunca más alcanzados y las partidas destinadas a salud y vivienda, con un crecimiento del PBI a razón de un 10% por año, en particular el PBI Industrial .

Illia Gobernó con serenidad, sin altisonancias, con la normalidad de lo cotidiano, confiaba en el valor pedagógico de la democracia y predicaba con el ejemplo: un gobierno honesto, respetuoso de la ley, sin mesianismos era la mejor forma de consolidar la democracia y dejar atrás años de profundos enfrentamientos, odios y antinomias entre Argentinos.

No uso los medios oficiales ni los recursos del Estado para defenderse aún frente a campañas perfectamente orquestadas, que lo estigmatizaban como un Presidente carente de autoridad, apegado a practicas “partidocráticas” y comiteriles, lento e inoperante . Tampoco quiso reprimir ni derramar sangre.-

Illia murió en la pobreza, en la cama de un hospital público, desmintiendo a quienes pretenden hacernos ver el enriquecimiento en el ejercicio de la función como una aceptable estrategia de poder, o en el peor de los casos un mal menor tolerable y extendido.

Pocos años mas tarde, muchos se arrepintieron de haber conspirado y contribuido al derrocamiento de Don Arturo, inclusive algunos de sus protagonistas directos. Como en otras tantas cosas, tuvieron que pasar varios años mas para que la sociedad en su conjunto, asuma como un error , su indiferencia frente al derrocamiento de un gobierno honesto y eficaz, que significó le pérdida de una enorme oportunidad para la Argentina.-

A 34 años de su muerte, comprendemos como nunca, que don Arturo, forjó en muchos de nosotros el valor inalterable de lo verdaderamente importante, hacer y actuar conforme a nuestra propia escala de valores, a nuestras íntimas convicciones.e enero en tema del momento a nivel nacional.

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